48 años atrás

Publicado por Héctor Vargas en

En ocasiones me he puesto a pensar en la necesidad de crear nuevas ideas publicitarias que le sean interesante y funcionales a las empresas.

Creo que todo está dicho y hecho y, se me cuatropean miles de pensamientos y termino donde empecé, qué hace falta y que no hace falta.

En la comunicación impresa pareciera que todo terminó, pero esto se viene percibiendo y escuchando desde hace mas de 25 años y, vaya donde vaya, sigo encontrando infinidad de publicaciones, aunque no tantas como en los años 80´s y 90´s sin embargo el público las sigue buscando, disfrutando y para muchas empresas, siguen siendo el medio idóneo para comunicar sus productos y servicios.

Estando frente a una computadora trabajando con todos las tecnologías a mi alcance, y  que me ayudan a desarrollar el pensamiento creativo que está a todo lo que da en mi mente, percibo que si no hubiera trabajado y experimentado como se proyectaba, editaba y se hacía realidad de manera mecánica un libro, una revista, las cajas de los medicamentos, posters, flayers programas de radio y televisión, no disfrutaría tanto lo que ahora hago y como lo hago y que día con día representa un logro, un éxito ver en línea un trabajo terminado que empezó con un pensamiento, una idea que como un chispazo estalla en la mente creativa.

Para que exista un resultado positivo y funcional más que bonito para el desarrollador e incluso para el cliente que contrata un proyecto de marketing digital, hay que seguir una mecánica de orden de pensamientos que ayudan a entender al mercado consumidor de ideas allá afuera y, estar atentos a cómo perciben las nuevas generaciones el mensaje que queremos dar y es cuando entra en acción esa base de datos creativa hospedada en nuestro cerebro.

Millones de células involucradas en la generación de ideas y procesos creativos las llamadas células gliales entre otras, forman una red de comunicación fundamental para poner en marcha la experiencia acumulada en años y que puede ser desde un logotipo que en algún momento hicimos, hasta complicadas ediciones o contenidos digitales en las varias plataformas de comunicación en internet.

Actualmente los jóvenes y no tan jóvenes algunos, se jactan de ser creativos y en mi punto de ver personal, carecen un tanto de ello y su mente revoluciona con más intensidad frente a una computadora con miles de recursos en la red para diseño, programación o impreso que trate de comunicar algo a alguien y claro está, sorprende la habilidad, paciencia, inteligencia y sobre todo muchas, muchas ganas necesarias para la manipulación de estos sistemas.

Creatividad y costos.

Tener en la oficina, en la empresa un equipo creativo para la proyección y realización de marketing y publicidad podría suponer que apostamos por la reducción de costos y hoy, existen programas que instalamos en nuestra computadora y en el mejor de los casos utilizamos plataformas en la nube a costos al alcance de todos que ayudan a medir la eficacia y rentabilidad de esa creatividad por la que hemos apostado y contratado.

En la década de los 90´s del siglo pasado en que la evolución de las computadoras empezó a cambiar y transformar la manera de producir contenidos no se visualizaba aún que tanto cambiaría para las empresas la manera de comunicar su existencia.

En menos de 10 años, todo habría sido transformado de manera que, pronto los ejecutivos encargados de los departamentos de marketing se dieron cuanta que la esperanza de ventas se dirigía y enfocaba rápidamente hacia las mentes creativas y que la calidad de la comunicación la van trazando para lograr mejores resultados los genios creativos que están en constante desarrollo y evolución desde hace 30 años.

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